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Cenotes Yucatecos Para Visitar En Las Vacaciones

De los más de 10.000 cenotes que podemos encontrar en Yucatán, el de Ik Kil es el más turístico de todos y el que mayor número de visitantes recibe al año, algo que se explica por su cercanía al conjunto arqueológico de Chichen Itzá.

No obstante, hoy no queremos hablarles de él, sino de algunos cenotes que suelen pasar desapercibidos y que son igualmente espectaculares.

Cenote Noh-Mozón, Pyxia

Es uno de los menos frecuentados, tanto por turistas extranjeros como nacionales, ya que su acceso es bastante complejo. Para llegar hasta Noh-Mozón se deben recorrer varios kilómetros por un pequeño sendero abrazado por una intensa vegetación.

No es un camino sencillo y su recorrido supone en sí mismo una aventura, pero la belleza de este cenote es tal, que cuando lleguen hasta él y lo observen desde arriba ya se habrán olvidado del tedio de la travesía.

Noh-Mozón es un cenote de tipo abierto con cerca de 9 metros de caída libre, aunque su acceso se realiza a través de una empinada escalera de madera. A los pies de esta se encuentra una plataforma que permite el acceso directo al agua, con una profundidad máxima de 45 metros.

En este cenote de Yucatán se puede nadar libremente y practicar el snorkel, ya que los rayos del sol iluminan fácilmente el fondo. Con todo, se recomienda usar chaleco salvavidas.

Aunque se trata de uno de los cenotes menos conocidos, se encuentra explotado de manera turística por lo que es necesario pagar para poder visitarlo.

El cenote Noh-Mozón, ubicado en Yucatán, es un lugar de gran belleza y una joya escondida que no es tan visitada como otros cenotes más conocidos en la región. Su acceso puede ser complejo, ya que se debe recorrer varios kilómetros por un pequeño sendero rodeado de densa vegetación.

A pesar de la dificultad en el camino, la belleza de Noh-Mozón hace que el esfuerzo valga la pena. Al llegar y observar el cenote desde arriba, cualquier tedio que se haya experimentado durante la travesía se olvidará rápidamente.

Noh-Mozón es un cenote de tipo abierto con una caída libre de aproximadamente 9 metros. Sin embargo, el acceso al agua se realiza a través de una empinada escalera de madera. En la base de la escalera, hay una plataforma que permite acceder directamente al agua, la cual tiene una profundidad máxima de 45 metros.

En este cenote de Yucatán, los visitantes pueden nadar libremente y practicar snorkel, ya que los rayos del sol iluminan fácilmente el fondo del cenote. Se recomienda usar chaleco salvavidas para mayor seguridad durante la exploración acuática.

Aunque Noh-Mozón es uno de los cenotes menos conocidos, se encuentra explotado turísticamente, lo que implica que es necesario pagar una tarifa para poder visitarlo. Este tipo de cobro se utiliza para mantener la conservación y el acceso seguro al cenote, además de brindar servicios y facilidades a los visitantes.

Así pues, el cenote Noh-Mozón en Yucatán es una joya escondida y menos frecuentada en comparación con otros cenotes más conocidos. Su acceso puede ser complicado, pero la belleza del lugar recompensa el esfuerzo. Nadar y practicar snorkel en este cenote ofrece una experiencia única, con la oportunidad de disfrutar de las aguas cristalinas y la iluminación natural.

Cenote X’kekén, Valladolid

Este cenote es, junto con el de Samula, uno de los más bellos de la ciudad de Valladolid. Su nombre se traduce como “cerdo” en maya y proviene de una antigua leyenda que cuenta que los primeros habitantes de la zona tenían un cerdo que siempre regresaba cubierto de lodo cada vez que se alejaba.

Cuando decidieron seguirlo, se encontraron con este precioso cenote al que bautizaron como X’kekén en honor al animal.

A diferencia del de Noh-Mozón, X’kekén no es un cenote al aire libre, sino que se encuentra dentro de una cueva.

 

Esto lo convierte en uno de los cenotes más apropiados para los amantes del submarinismo, aunque también es posible nadar en sus aguas completamente transparentes, valiéndose, de nuevo, de un chaleco salvavidas.

El cenote X’kekén, también conocido como el Cenote del Cerdo, es uno de los cenotes más hermosos en la ciudad de Valladolid, Yucatán. Su nombre se traduce como “cerdo” en maya y proviene de una antigua leyenda local. Según la leyenda, los primeros habitantes de la zona tenían un cerdo que siempre regresaba cubierto de lodo cada vez que se alejaba. Siguiendo al cerdo, descubrieron este hermoso cenote al que bautizaron como X’kekén en honor al animal.

A diferencia de Noh-Mozón, X’kekén es un cenote ubicado dentro de una cueva. Esta característica lo convierte en un destino especialmente atractivo para los amantes del buceo, ya que pueden explorar las aguas subterráneas y descubrir las formaciones rocosas y estalactitas en el interior de la cueva. También es posible nadar en sus aguas transparentes, pero se recomienda utilizar un chaleco salvavidas para mayor seguridad.

La experiencia de nadar o bucear en el cenote X’kekén es impresionante, ya que las aguas son cristalinas y reflejan la luz que se filtra desde las aberturas de la cueva, creando un ambiente mágico. La belleza natural del cenote, combinada con su significado cultural y la experiencia de explorar una cueva, lo convierten en un destino popular para los visitantes de Valladolid y los entusiastas del submarinismo.

Es importante tener en cuenta que, al ser un destino turístico, el cenote X’kekén puede estar sujeto a tarifas de entrada y regulaciones para mantener su conservación y protección. Respetar las normas establecidas y cuidar el entorno natural es fundamental para preservar la belleza de este lugar único.

Así entonces, el cenote X’kekén en Valladolid, Yucatán, es una joya natural ubicada en el interior de una cueva. Su leyenda y su hermosura lo convierten en un destino fascinante para los amantes del buceo y aquellos que desean nadar en sus aguas cristalinas. Es un lugar para explorar y disfrutar de la belleza de los cenotes en un entorno subterráneo único.

Hay otros cenotes en Yucatán que son igualmente espectaculares y a menudo pasan desapercibidos por los turistas. Aquí mencionaremos algunos de ellos:

Cenote Dos Ojos: Ubicado cerca del pueblo de Tulum, el Cenote Dos Ojos es uno de los sistemas de cuevas y cenotes más largos del mundo. Su nombre proviene de dos aberturas de cuevas que se asemejan a los ojos. La belleza de sus aguas cristalinas y las formaciones rocosas en su interior lo convierten en un lugar impresionante para bucear y practicar esnórquel.

Cenote Samulá: Situado en la ruta entre Valladolid y Chichén Itzá, el Cenote Samulá es una joya oculta. Este cenote se encuentra dentro de una cueva, con una abertura en la parte superior por donde entra la luz solar, creando un efecto mágico cuando los rayos del sol iluminan el agua. Nadar en sus aguas turquesas rodeado de estalactitas es una experiencia única.

Cenote Oxman: Ubicado cerca del pueblo de Valladolid, el Cenote Oxman es otro tesoro escondido. Se encuentra en una propiedad privada y se accede a él a través de una escalera de caracol que desciende hasta el cenote. La belleza del cenote y su entorno verde lo convierten en un lugar encantador para nadar y disfrutar de la naturaleza.

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