La Encrucijada (biosfera) es una reserva territorial situada en el sur del país en el estado de Chiapas, en el puente natural entre la zona neártica y neo tropical y debido a esa posición geográfica tiene una amplia variedad biótica.
Los ecosistemas costeros tienen un papel protagónico en el mantenimiento de los ciclos ecológicos para mantener estándares altos de calidad para las aguas costeras, puesto se conoce que los manglares son retenedores del suelo, bloqueadores de contaminantes como desechos orgánicos municipales, residuos industriales, desechos agrícolas y sustancias químicas de actividades agropecuarias.
También convierten la materia orgánica en nutrimentos, por lo consiguiente este tipo de biomas cuentan con una productividad muy alta, lo que lo convierte en el hábitat de un gran número de flora y fauna, y en algunos casos hay especies que solo en ese ecosistema se pueden sobrevivir, un ejemplo es el caso de una especie endémica de la región que recibe el nombre de matraca chupahuevo (Campylorhynchus chiapensis), por esta razón es muy importante la producción de las pesquerías costeras, recursos naturales, bienes y servicios ambientales (Toledo, 1988).
Esta región tiene un gran impacto en los aspecto tanto ecológicos como en los socioeconómicos de la región, al establecerla como reserva ha sido muy relevante tanto para protección y administración de recursos naturales como para promover la sustentabilidad en la costa de Chiapas.
En mayo de 1972 se estableció como Área Natural y Típica del Estado de Chiapas, identificado también como “Tipo Ecológico Manglar Zapotón”, el área de la superficie de la reserva cubría alrededor de 2500 hectáreas, su latitud Norte está ubicada en los 14° 43′ y 15° 40 y su longitud Oeste esta en 92° 26′ y 93° 20′, sin embargo en la actualidad la reserva la superficie de la reserva cubre 144,868 ha y está localizada en municipios como Villa Comaltitlán, Huixtla, Huehuetán, Pijijiapan, Mapastepec y Acapetahua.
El litoral de la costa de Chiapas de alrededor de 270 km sobre el océano Pacífico, contiene esteros y laguna costeras que cubren 75.828 ha de superficie, los sistemas de este tipo más sobresalientes son: • Mar Muerto-La Joya-Buenavista • Carretas- Pereyra • Chantuto – Panzacola
Carretas y Chantuto se caracterizan principalmente porque están llenos de pantanos de tulares y popales, selvas medianas y bajas, así como enormes forestales de manglares complejos y compactos. La Reserva de la Biosfera La Encrucijada tiene su punto de aparición justo en este sitio, una de las regiones de humedales más variada y productiva de México donde, y considerada en los Humedales de Importancia Internacional (Ramsar).
Durante una rodada de excavaciones en el subsuelo de los municipios de Acapetahua, Mapastepec, Huixtla y Mazatán se encontraron diversos artículos que demuestran que hubo asentamientos precolombinos en la región, al analizar se encontraron montículos de material compactado que se infiere que eran utilizados como centros ceremoniales.
“Los Conchales” son áreas de esta región que recibieron ese nombre ya que se han encontrado numerosos grupos de conchas de moluscos recolectadas por conjuntos de pescadores-recolectores aproximadamente en el año 3,500 a.C., así mismo se han hallado artículos como cerámica, piedras, huesos entre otros materiales del periodo entre 3,000-1,750 a.C. y 1,750-1,650 a.C. en un lugar llamado Chantuto que ocupa el segundo lugar más antiguo para Chiapas y Mesoamérica.
La Reserva de la Biósfera La Encrucijada es una área protegida ubicada en el estado de Chiapas, México. Es reconocida como una de las áreas más importantes para la conservación de la biodiversidad en Mesoamérica.
La reserva abarca una extensa superficie de aproximadamente 144,000 hectáreas, y su paisaje está conformado por una combinación única de manglares, estuarios, selvas y humedales. Estas características proporcionan hábitats vitales para una gran variedad de especies vegetales y animales.
En La Encrucijada se pueden encontrar especies emblemáticas como el manatí, el cocodrilo de río, diversas especies de aves migratorias y residentes, así como una gran diversidad de peces y crustáceos.
Además de su rica biodiversidad, la reserva también tiene un valor cultural significativo, ya que es hogar de comunidades indígenas que han habitado la región durante siglos y han desarrollado prácticas tradicionales de manejo de los recursos naturales.
La reserva juega un papel fundamental en la protección y conservación de los ecosistemas costeros y marinos, así como en la mitigación del cambio climático. También es un destino turístico popular para aquellos interesados en la observación de aves, el ecoturismo y la exploración de la naturaleza.
La gestión de la Reserva de la Biósfera La Encrucijada se realiza a través de esfuerzos conjuntos de autoridades gubernamentales, organizaciones de conservación y las comunidades locales, con el objetivo de garantizar la preservación a largo plazo de esta invaluable área natural.
Aquí tienes algunos consejos para visitar la Reserva de la Biósfera La Encrucijada en Chiapas:
Planifica tu visita: Antes de viajar, investiga sobre la reserva, sus reglas y restricciones, así como los servicios disponibles. Asegúrate de obtener la información más actualizada sobre los horarios de visita, permisos requeridos y posibles rutas de acceso.
Contrata un guía local: Para aprovechar al máximo tu experiencia, considera contratar los servicios de un guía local. Ellos conocen bien la zona y pueden proporcionarte información valiosa sobre la flora, fauna y cultura de la región.
Equipo adecuado: Lleva ropa y calzado cómodos y adecuados para caminar en áreas naturales. También es recomendable llevar repelente de insectos, protector solar, gorra o sombrero, y agua potable.
Respeta la naturaleza: La reserva es un ecosistema frágil y protegido, por lo que es esencial que sigas las reglas de conservación. No arrojes basura, no dañes las plantas ni los animales, y respeta las áreas restringidas.
Observación de aves y vida silvestre: La Encrucijada es un lugar privilegiado para la observación de aves y vida silvestre. Asegúrate de llevar binoculares, una cámara y un cuaderno para registrar las especies que encuentres. Recuerda mantener una distancia segura y no interferir con los animales.
Conecta con las comunidades locales: Aprovecha la oportunidad de interactuar con las comunidades indígenas que habitan la reserva. Respeta sus tradiciones y cultura, y apoya la economía local comprando artesanías o productos locales.
Seguridad personal: Siempre prioriza tu seguridad. Sigue las indicaciones de los guías y autoridades, evita salirte de los caminos marcados y toma precauciones adicionales en áreas con presencia de fauna salvaje, como los cocodrilos.
Contribuye a la conservación: Al visitar la reserva, estás contribuyendo a su conservación. Asegúrate de dejar un impacto mínimo en el entorno natural y considera donar a proyectos de conservación o participar en actividades voluntarias si es posible.
Recuerda que la Reserva de la Biósfera La Encrucijada es un tesoro natural valioso, por lo que es responsabilidad de todos proteger y preservar este ecosistema único.