Los estados de Jalisco y Nayarit son hogar de los Huicholes, una de las etnias que mejor han conservado sus tradiciones y estilo de vida en México. Pocos grupos indígenas han sabido preservar tan eficazmente sus tradiciones religiosas y culturales. Este recorrido incluye seis destinos de gran interés, que son clave para comprender la forma de vida de los huicholes: Nuevo Vallarta, Punta Mita, Rincón de Guayabitos, Peñita de Jaltemba, Tepic y San Blas.
Desde la observación de ballenas en Nuevo Vallarta hasta la exploración de manglares en San Blas, la Ruta Huichol brinda una oportunidad incomparable para descubrir la riqueza natural y cultural de Jalisco y Nayarit. Además, la interacción con las comunidades locales y la apreciación de sus artesanías y gastronomía enriquecen aún más esta experiencia.
Para quienes buscan una experiencia turística que combine belleza natural, aventura y un profundo respeto por las culturas ancestrales, la Ruta Huichol es una opción inmejorable. Con cada paso, los viajeros se sumergen en un viaje de descubrimiento y aprendizaje, honrando la sabiduría y la resiliencia de los huicholes. Así, este recorrido no solo se convierte en un viaje por territorios hermosos, sino también en una travesía espiritual que deja una huella imborrable en el corazón de quienes lo emprenden.
Nuevo Vallarta en la Ruta Huichol
La Ruta Huichol comienza al llegar por carretera o vía aérea a Puerto Vallarta. Posteriormente, se sigue la carretera 200 y justo en el kilómetro 19 se arriba a Nuevo Vallarta, un complejo turístico que abarca 6 kilómetros de playa, territorio perfecto para los deportes acuáticos. Para quienes gustan del golf, cuenta con dos grandes campos de excelente nivel, como el Mayan Palace y el Tigre. Además, un fenómeno natural que nadie debe perderse y que tiene lugar entre los meses de enero y marzo, es el nacimiento de las ballenas jorobadas en las aguas de Bahía de Banderas.
Punta Mita en la Ruta Huichol
Prosiguiendo por la carretera 200, en el kilómetro 12, se toma el desvío a Punta de Mita, donde los antiguos huicholes peregrinaban anualmente en la estación primaveral para celebrar el éxito de sus cosechas. La hermosura de sus playas se explica en gran parte por las estructuras rocosas de origen volcánico que allí se encuentran. Aunado a lo anterior, en Punta Mita se efectúan expediciones de pesca, recorridos a caballo, navegación en kayak, entre otras actividades. Incluso allí se localiza uno de los mejores campos de golf de la zona, así como también restaurantes con deliciosos guisos de mariscos.
Rincón de Guayabitos y Peñita de Jaltemba en la Ruta Huichol
Volviendo sobre la carretera 200, a unos 17 kilómetros, uno se topa con cierta desviación que nos lleva al tercer punto de la Ruta Huichol: Rincón de Guayabitos, una comunidad con una notable oferta restaurantera y hotelera, perfecta para el disfrute de los deportes acuáticos en playas como Chacala y Chacalilla. La cuarta escala de esta ruta se ubica muy cerca de la anterior, a solo 3 kilómetros, en el pueblo de Peñita de Jaltemba. Estamos ante un pueblo típico con tranquilas playas de aguas tibias, excelentes para el surf y el windsurf.
Tepic en la Ruta Huichol
Prosiguiendo la marcha, unos 90 kilómetros después, siguiendo la carretera 200, se llega a Tepic, sitio con una gran presencia por parte de la comunidad huichola. Es en la capital nayarita donde los indígenas huicholes se congregan para vender sus creaciones artesanales. Las artesanías huicholas, elaboradas con estambres y chaquiras de colores, son especialmente atractivas. Por otro lado, las costumbres de esta valiosa etnia mexicana se manifiestan en las tradiciones culinarias y algunas festividades de Tepic y la región circundante.
Un atractivo más de esta ciudad es el célebre Templo de la Cruz, edificado por los religiosos franciscanos en 1540. Además, el centro histórico de Tepic sobresale con la Catedral, con su proyección neogótica, el Palacio de Gobierno, el Municipal, así como varios museos que comparten lo mejor de la historia y los hábitos de vida de este grupo indígena.
San Blas en la Ruta Huichol
El último punto que integra la Ruta Huichol se encuentra con rumbo a Mazatlán. En cierto punto de la carretera 15 se toma el desvío a San Blas, un pueblo con mar y hermosas playas. San Blas está reconocido como uno de los lugares turísticos que mejor conserva su entorno silvestre y los ecosistemas que allí se manifiestan. Por si fuera poco, San Blas tiene construcciones novohispanas y otros tesoros arquitectónicos, como es el caso de la Iglesia del Rosario y el Fuerte de San Basilio. En esta última escala de la Ruta Huichol, se recomienda explorar el Parque Nacional La Tovara, al que se puede acceder solo con lancha, puesto que se trata de un bosque de manglares.
Recomendaciones para disfrutar de la Ruta Huichol
Realizar este recorrido nos dejará gratas experiencias al acercarnos al fascinante mundo de los huicholes. Algunas recomendaciones adicionales para gozar de la Ruta Huichol son, por ejemplo, disfrutar de un paseo por la Isla de los Cangrejos en Rincón de Guayabitos y explorar los alrededores selváticos de Bahía de Banderas en cuatrimoto.
La Ruta Huichol no solo es una travesía por paisajes deslumbrantes y playas de ensueño, sino también una inmersión en la rica cultura y tradiciones de los huicholes, uno de los pueblos indígenas más emblemáticos de México. Cada destino en esta ruta ofrece una perspectiva única de la vida y costumbres de los huicholes, permitiendo a los viajeros no solo disfrutar de actividades turísticas, sino también conectar con la herencia cultural de esta etnia.
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