
Ser padres es una de las experiencias más maravillosas. Para quienes deciden tomar este rumbo, es siempre un constante aprendizaje, entre risas, alegrías, preocupaciones y sustos, pues con cada anécdota uno va descubriendo este interesante mundo de la paternidad.
Los primeros meses de aprendizaje pueden resultar complicados. Sobretodo al momento de pensar en las vacaciones o pasar un momento de relajo familiar. La playa es uno de los lugares al aire libre favorito por todos, pues pueden compartir un momento en el mar, disfrutando de la arena y el aire puro.
Sin embargo, cuando se tiene a un bebé, se deben pensar en todos los cuidados especiales que este necesita para que el momento sea placentero para todos. No hay por qué estresarse si se hacen los preparativos con calma: el bebé disfrutará la playa tanto como tú.
Los pediatras suelen aconsejar que se debe evitar llevar a un pequeño menor de 6 meses a la playa, ya que su piel es extremadamente delicada. Los rayos del sol, aún bajo la sombra, pueden resultar perjudiciales para su piel. Del mismo modo, la vista de un bebé es demasiado sensible, y en un día soleado será inevitable que tu hijo se ponga incómodo por la luminosidad. A partir de los 8 meses o al año, ellos ya están listos para disfrutar del divertido ambiente playero.
Debido al calor, tu bebé debe estar hidratado todo el tiempo. Si aún no ha dejado de lactar, puedes hacerlo cada tanto en la playa sin ningún reparo ya que el entorno es tan libre que no tendrás que estar pendiente de quienes te observan.
Pero si eres de las que son más pudorosas, te recomendamos un biberón anticólicos. Éste tipo de biberones evitará que el pequeño sufra malestares estomacales mientras se hidrata y arruine el paseo. Eso sí, el biberón debe esterilizarse correctamente. Recordemos que el sistema inmune de los bebés aún se encuentra en desarrollo, por eso se debe cuidar mucho la higiene
Se recomienda que la mamila posea esta válvula especial anticólicos para que evite el exceso de aire en el pequeño. De esta manera no padecerá de gases y podrá disfrutar su momento en la playa.
Siendo un espacio tan grande y con tanta gente, es natural que te preocupes de no perder a tu engreído entre la multitud. Por ello siempre debes mantenerlo vigilado, ya que al ser un entorno diferente y nuevo para él, querrá jugar y explorar lo más que pueda. Tú solo deberás seguirle a donde vaya o guiarlo para que no se aleje mucho de ti. También te puedes ubicar cerca de las cabinas de seguridad, así los guardianes podrán apoyarte con la vigilancia.
Si la playa a la que asistes no es tan concurrida, puedes dejarlo que corra libre en la arena, pero deberás haberle vestido con colores o prendas llamativas para poder ubicarlo con facilidad. Gorros de color neón o bañadores con listones o bolitas pueden funcionar. Además, podrías bordarle su nombre en la ropa o enseñarle a decir su nombre, en caso se extravíe llegue a ti con mayor facilidad.
En los primeros 18 años de nuestra vida se produce el 80% de la exposición solar que recibimos, y ya que la piel tiene memoria solar, sus efectos se acumulan. Es por esto que nunca debes olvidar el cuidado de su piel con cremas solares protectoras especialmente para menores de un año, si es su caso, o según la edad que tenga. Pero siempre deberá ser la loción indicada para su edad y su tipo de piel.
La primera vez en la playa con tu bebé debe convertirse en un momento único y completamente placentero, ya que el sonido del mar, el primer chapuzón y los primeros castillos de arena son actividades que guardarás en tus recuerdos por el resto de tu vida.
Por eso, depende de ti hacer de este momento lo más agradable posible. Las playas de México no solo son hermosas sino que además ofrecen diversidad de actividades que puedes disfrutar con tu bebé. Y su primer día de aventuras frente al mar será una experiencia que jamás olvidará.