
La vivencia de descender por sus arenosas pendientes a bordo de una gran esfera, experimentar la meditación colectiva en su silveste entorno o deslizarse en tablas especiales es algo inolvidable. Todo ello se tiene disponible en el Parque Ecológico Dunas de Samalayuca.
En lo que sigue mencionaremos por qué vale la pena visitar esta amena zona ecoturística.
Una maravilla natural del territorio de Chihuahua
A solo 50 kilómetros de Ciudad Juárez se encuentra el desierto de Chihuahua y en ellos destacan los famosos Médanos de Samalayuca. Tales formaciones geológicas son el resultado de miles de años de dinámicas naturales erosionadoras.
Los visitantes hallarán en el Parque Ecológico Dunas de Samalayuca una zona de protección de la naturaleza que abarca aproximadamente 1000 metros cuadrados.
Las sorprendentes Dunas de Samalayuca
Las corrientes de aire alteran la forma y dimensiones de las dunas de Samalayuca. Son formaciones de arena que incrementan su tamaño o dejan de observarse a lo largo de la Sierras de Samalayuca y del Presidio. Justo en esa zona silvestre fueron hallados centenares de pinturas y petroglifos con miles de años de antigüedad.
Varias de las dunas de Samalayuca tienen una altura de 40 metros y existen reportes de dunas que han superado los 100 metros.
Diversiones para realizar en las Dunas de Samalayuca
La simple experiencia de observar el paisaje, el vasto mar de crestas arenosas en Samalayuca, es algo inolvidable. No obstante, hay muchas otras alternativas de esparcimiento en la zona, como, por ejemplo, los recorridos en vehículos todo terreno, las competencias de sandboarding, y los recorridos en grandes esferas para dejarse caer por dilatadas pendientes.
También es recomendable emprender paseos ecoturísticos para admirar los petrogrifos de la región, así como también las diferentes especies de plantas y animales que allí tienen su hábitat natural.
Consejos para visitar las Dunas de Samalayuca
No es aconsejable adentrarse, sin el apoyo de un guía experto, en el entorno de los Médanos de Samalayuca, por el riesgo de extravío que se corre. Hay que tomar en cuenta que no existen senderos señalizados, y que además, en varios parajes del desierto es posible hallar fauna riesgosa.