
Las sorpresas turísticas que nos ofrece el estado de Tlaxcala son abundantes. En lo que se refiere a sus tesoros arqueológicos, no solo cuenta con un yacimiento tan importante como Cacaxtla, sino también con una zona prehispánica interesante como lo es Xochiténcatl.
El nombre de esta área precolombina quiere decir, en el idioma náhuatl, “Cerro de las Flores”. De entre sus estructuras más importantes destacan la Pirámide de la Serpiente, el Edificio de la Espiral, el Mirador de las Flores y la Pirámide de las Flores.
Ahora bien, no dejes pasar la ocasión de recorrer uno de los yacimientos arqueológicos mas importantes de esa entidad del país: Cacaxtla. Se trata de un imponente centro ceremonial que estuvo habitado por los olmecas-xicalancas del año 30 al 900 d. C.
Cacaxtla fue descubierta a mediados la década de los 70s del siglo XX por unos campesinos de la población de San Miguel del Milagro, quienes al estar labrando el terreno hallaron un muro donde estaba grabado el rostro de un personaje al cual se le conoce como el Hombre Ave.
En nuestros días, Cacaxtla se encuentra cubierto en su totalidad por una gran estructura metálica, a modo de techo, con una superficie de 13,545 metros cuadrados. Lo mas destacado de Cacaxtla podrían ser las hermosas pinturas murales que allí se atesoran, así como también sus templos, patios y recintos. El sitio arqueológico de Cacaxtla abre todos los días de las 10 a las 17 horas.
Muchas son las razones que pueden hacernos decidirnos por Tlaxcala para disfrutar de unas vacaciones. Primero que nada, su relativa cercanía con la Ciudad de México y otras importantes urbes del centro del país como Puebla, Pachuca e incluso Xalapa. Hay muchos otros lugares atrayentes en el entorno de Tlaxcala y los mencionaremos en las líneas siguientes.
Les aconsejamos conocer el Jardín Botánico Tizatlán, espacio para la preservación y exhibición de distintas especies de árboles, plantas y flores. Los visitantes podrán admirar en este jardín botánicos abundantes pirules, capulines, ayacahuites, tepozanes y encinos. Tizatlán se encuentra a unos tres kilómetros del centro de la capital tlaxcalteca.
En menos de dos horas se puede llegar a la capital tlaxcalteca, con sus muchos atractivos turísticos y su entorno natural privilegiado. Pero además, así como otros lugares recomendables para vacacionar solo ofrecen una diversión en específico, por ejemplo, las playas, en los destinos costeros, en el caso de Tlaxcala, no sucede así, por la variedad de campos de interés que ofrece a los visitantes.
Nuestra recomendación siguiente es conocer el Museo de la Memoria, un recinto recientemente optimizado que tiene como sede una señorial mansión construida en el siglo XVI. Sobresale especialmente este Museo de la Memoria por su propuesta interactiva y que nos permite conocer mejor los antecedentes históricos de la entidad tlaxcalteca.
Si se piensa en los edificios interesantes que engalanan la capital de Tlaxcala, hay que considerar la larga y fascinante historia del lugar. En este territorio, desde los tiempos prehispánicos, han aparecido importantes señoríos, y después, una gran ciudad colonial. Lugar de una intensa dinámica comercial, desde hace siglos, la ciudad de Tlaxcala ha sido el ámbito de bellos edificios sacros y nobles construcciones novohispanas para otros fines.
La ciudad de Tlaxcala es la capital de uno de los estados más pequeños de nuestro país. Pero no por esta circunstancia se debe pensar que basta una sola jornada, para descubrir sus muchos atractivos. Por el contrario, la rica cultura, los antecedentes históricos, los fascinantes paisajes silvestres y los vestigios arqueológicos que caracterizan a esta magnífica ciudad provincial, hacen que Tlaxcala precise de varios viajes y estancias, para acercarse un poco a su magia particular.
Uno tiene la oportunidad de conocer esta maravillosa ciudad en gratos recorridos a pie, o en un ameno paseo en tranvía, el cual era el medio de transporte más significativo para los habitantes de la región, en los inicios del siglo XIX. El tranvía nos permitirá explorar el Centro Histórico, así como también el Santuario y Basílica de la Virgen de Ocotlán.
Es tiempo de comentar acerca del Museo Regional de Tlaxcala, mismo que se encuentra instalado en el claustro del Exconvento Franciscano. Los museos no solo atesoran historia, sino que, además, también la forjan y en ellos se puede evaluar la tradición que posee una comunidad, cuyos habitantes cuidan y exhiben ante los visitantes, orgullosos de sus raíces. Justo eso es lo que sucede en el estado de Tlaxcala, con respecto a los varios museos que allí se encuentran. Por supuesto son excelentes alternativas para visitar durante gratos paseos de fin de semana.
Son nueve distintas secciones las que integran el Museo Regional de Tlaxcala, el cual nos plantea un recorrido cronológico por el pasado de la entidad. Destacan en la colección del museo los materiales precolombinos que incluye, así como también algunos libros impresos en los tiempos de la Nueva España.
Pero Tlaxcala también tiene un entorno silvestre colmado de fascinantes parajes, los cuales invitan a practicar emocionantes deportes extremos. Se trata de lugares en donde los aficionados al rappel, la escalada en roca, el excursionismo y el campismo, pueden disfrutar al máximo, al tiempo que contemplan hermosos paisajes.
En este mismo sentido, también es un recomendable pasatiempo, observar las distintas especies de flora y fauna que hay en la región. Para los aficionados al turismo de naturaleza y la aventura les aconsejamos explorar la Cascada de Atlihuetzía, una hermosa caída de agua de treinta metros de altura ubicada en la comunidad de Santa María Atlihuetzía y distintos balnearios de la entidad que sobresalen por sus instalaciones, costo accesible y lúdico potencial. Ese es el caso del Centro Vacacional La Trinidad, Balneario Palo Huérfano y balneario Santa Lucía.
A unos cuarenta kilómetros de la capital del estado se encuentra Huamantla, un atrayente Pueblo Mágico famoso por su evento típico la “Huamantlada”.
Por otra parte, los viajes en globo han ido ganando terreno en lo que se refiere a su popularidad, al grado de haberse convertido en una de las actividades predilectas de los aficionados a la aventura. Viajar en globo con fines recreativos, es una de las mejores vivencias que pueden tomar los turistas, independientemente del destino que visiten.
No obstante, el territorio mexicano sobresale para desarrollar viajes en globo, por las formidables condiciones geográficas y naturales con las que cuenta. Tlaxcala es una entidad que se distingue como un punto imperdible para recorrer en globo.