Pakal fue un Rey Maya de B’aakal en la ciudad de Palenque, en el Estado de Chiapas, su nombre completo es K’inich J’anaab Pakal que quiere decir Gran Sol, algunos le llaman Pakal II o Pakal. Es uno de los gobernantes de más esplendor en la cultura Maya y Mesoamérica, tomó el poder a los 12 años de edad y fue uno de los impulsores de la arquitectura y arte en sus dominios.
La prueba son los vestigios que hay en su tumba, descubierta por el arqueólogo mexicano Alberto Ruz Lhuillier, según los vestigios, la tumba la término de construir por su hijo mayor y se encontró en el fondo del Templo de las Inscripciones en una cripta secreta.
Su acceso es a través de una escalera que representaba el inframundo, para poder entrar se tuvo que quitar piedras y tierra que la bloqueaban, trabajo que duró aproximadamente 12 años. En el habitáculo se aprecia un sarcófago de 20 toneladas, éste tiene un cosmograma representando la muerte y resurrección; así como unas inscripciones donde se aprecia a un hombre en una nave espacial con palancas, volantes y engranajes.
Quizá por ésta razón la Tumba de Pakal se ha vuelto importante para todos aquellos que estudian los fenómenos espaciales.
Pakal, también conocido como K’inich J’anaab Pakal o Pakal II, fue un destacado rey maya de B’aakal en la ciudad de Palenque, en el estado de Chiapas, México. Gobernó durante el período clásico de la civilización maya, aproximadamente entre el año 615 y 683 d.C. Su reinado se caracterizó por su esplendor y su papel en el impulso de la arquitectura y el arte en Palenque y sus dominios.
La tumba de Pakal fue descubierta en 1952 por el arqueólogo mexicano Alberto Ruz Lhuillier en el Templo de las Inscripciones, una de las estructuras más importantes de Palenque. La tumba se encuentra en una cripta secreta en el fondo del templo, a la que se accede a través de una escalera que simboliza el inframundo en la mitología maya.
La apertura de la tumba requirió un arduo trabajo de remoción de piedras y tierra que la bloqueaban, un proceso que duró aproximadamente 12 años. En el interior de la tumba, se encontró un sarcófago monumental de 20 toneladas. El sarcófago está decorado con un cosmograma que representa el ciclo de la muerte y la resurrección, un tema importante en la cosmología maya.
Una de las características más interesantes de la tumba de Pakal son las inscripciones que se encuentran en ella. Estas inscripciones muestran a Pakal en una representación estilizada que algunos han interpretado como un hombre en una nave espacial. La figura de Pakal está rodeada de palancas, volantes y engranajes, lo que ha llevado a especulaciones y teorías sobre la posibilidad de una conexión entre los antiguos mayas y visitantes extraterrestres. Sin embargo, estas interpretaciones son ampliamente consideradas como pseudocientíficas y carecen de sustento arqueológico y académico.
Es importante tener en cuenta que las interpretaciones de la tumba de Pakal y su conexión con fenómenos espaciales son objeto de debate y controversia en la comunidad científica. La interpretación más aceptada y respaldada por la evidencia arqueológica es que las representaciones en la tumba de Pakal reflejan elementos de la mitología y cosmología maya, y no tienen relación directa con la tecnología espacial o visitantes extraterrestres.